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Existe un gran desconocimiento sobre la fauna marina en general, y si ahora nos preguntamos si un erizo o una almeja es un marisco, más de uno de nosotros dudará al respecto. Hoy les contaremos cuál es la clasificación de estos productos del mar tan sabrosos.
La palabra marisco es la denominación genérica para identificar cualquier tipo de invertebrado marino comestible. Pero entre ellos nos encontramos con una clasificación más compleja que nos dice que pueden ser: crustáceos, moluscos o equinodermos.
“El marisco hace referencia a todos los animales marinos, invertebrados y comestibles y se clasifican en: crustáceos, moluscos y equinodermos.”
Si nos atenemos a la etimología de la palabra para saber qué es marisco, esta no significa más que “el que pertenece al mar”. El primer dato del que hay que partir, para empezar a distinguirlos del resto de especies marinas, es que son seres invertebrados. De hecho, según la Enciclopedia Larousse Gastronomique, el marisco es el nombre con el que se denomina cualquier animal marino invertebrado comestible.
Pero esta una definición demasiado amplia. Aterrizar en las diferentes clases de mariscos resultará muy útil y práctico para terminar de conocerlos, ya que, aunque la variedad existente sea casi inabarcable.
Crustáceos:
Son todos los que tienen caparazón, patas y/o pinzas y simetría bilateral. Hay algunos que nadan y otros que caminan para desplazarse. Entre ellos encontramos los cangrejos, bogavantes, bueyes de mar, carabineros, gambas, langostas, langostinos, percebes y nécoras (y algunos más).
Lo que ya no es tan sencillo es conocer a qué tipos de marisco con cáscara pertenecen. Éste viene marcado por el número de patas y, aunque la mayoría de los crustáceos son decápodos, también los hay cirrópodos o con patas torácicas en forma de cirros, como es el caso del percebe.
Los decápodos, tradicionalmente, se separan en dos subórdenes: los que nadan y los que marchan, o dicho de otra forma: natantia y reptantia.
En la mesa los conocemos como los mariscos que se comen después de pelarlos o sobre los que hay que intervenir, incluso con pinzas, para eludir esa fuerte defensa en forma de caparazón.
Moluscos:
Son los que tienen conchas (uni y bivalvos), como las almejas, vieiras o zamburiñas o cuerpos blandos como el pulpo o el calamar. Esta es la categoría más amplia de todas, que se divide a su vez en: Bivalvos, Cefalópodos y Univalvos.
Viven en los fondos marinos o adheridos a las rocas y los más populares son los bivalvos, que son aquellos que poseen dos piezas o valvas. En muchos casos, no cuentan con más ayuda que esa concha para desplazarse en el agua, moviéndose a base del impulso que generan al abrir y cerrar las valvas, aunque otros, como el berberecho, se sirven de un pie musculoso.
Algunas especies carecen de órganos y de sentidos fundamentales. Las almejas, por ejemplo, no tienen ojos, ni cerebro, ni gusto, ni oído. La vieira, en cambio, tiene ojos esféricos sensibles a la luz, por lo que disfrutan de algo parecido a la vista.
Pertenecen a este tipo de marisco el bígaro y la cañaílla, además de formar parte de la familia de los moluscos gasterópodos o con cuerpo asimétrico protegido por una concha central, así como la chirla, la coquina, la galera, el mejillón, la ostra y la zamburiña.
Moluscos son, por tanto, los mariscos que se presentan en la mesa con su propio envase natural y que se comen desprendiendo la carne de la concha, ya sean en pequeño formato y al natural, como los berberechos en conserva, o como base de una elaborada receta, como unas zamburiñas al gratén a partir de una lata de zamburiñas.
Equinodermos:
Esta es la clasificación más sencilla: los equinodermos son los erizos, las estrellas de mar y los pepinos de mar. Por supuesto que hay algunos más, pero no son muy conocidos porque no son aplicables a la gastronomía.
Son, probablemente, los más desconocidos ya que no todos los equinodermos son comestibles o se utilizan en la gastronomía. En este sentido, el erizo de mar es el más más popular de los mariscos más comunes de su clase.
Aunque no parezca más que una esfera con espinas, se trata de un complejo animal dotado de mandíbula y pequeños y afilados dientes con los que mastica y que también usa para agarrarse fuertemente a cualquier objeto.
De esta manera puede trepar y desplazarse, aunque también se puede mover gracias a la acción de sus pies ambulacrales y las espinas móviles de su cuerpo.
Los pepinos de mar son otros de los tipos de mariscos comestibles, aunque son más propios de otras gastronomías, como la asiática.
Entonces, ¿el pulpo es pescado o marisco?
Seguro que alguna vez te has preguntado si el pulpo es un marisco o pescado. Pues bien, es un marisco perteneciente a la familia de los moluscos cefalópodos, al igual que el calamar y sepia. No obstante, existe una diferencia entre ellos: el número de patas de cada uno. Es por ello que los pulpos se apellidan octópodos, y la sepia y el calamar decápodos.
Como seres marinos, invertebrados y comestibles, ya tenían su lugar asegurado entre los mariscos. Pese a ello, existe una gran confusión en torno a estos animales.
Y es que se tiende a asociar marisco únicamente a seres con cáscara o concha, como las gambas y sus primas mayores, o a esos mejillones tan populares entre las conservas, aunque lleguen ya sin su característica envoltura como en las latas de mejillones en escabeche de Frinsa que, como en todos nuestros productos, han sido extraídos por expertos pescadores y seleccionados por su calidad y se presentan en formato de conserva para disfrutar del mejor marisco en cualquier momento, sea o no temporada.
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